…”Lo que importa es sencillamente el tener un rincón tranquilo, en el que se pueda tratar con Dios, como si no hubiera más qué hacer, y esto a diario. .. finalmente, considerarse por completo como instrumento y, especialmente, las energías con las que hay que trabajar considerarlas, no como algo que usamos nosotros, sino como algo que usa Dios en nosotros” (Edith Stein).