Visita por las instalaciones
Habitaciones
La Murtra Santa María del Silencio está concebida esencialmente como un lugar de encuentro con Dios Padre. Las habitaciones, individuales, desean ser ese espacio privilegiado de soledad y silencio personal, ya que como dice Jesús, “tú cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará” (Mt. 6,6).
Las habitaciones están diseñadas para poder ofrecer al reposante el ambiente y el espacio adecuado para que pueda estar en soledad y silencio. Cada habitación, dentro de su sencillez, tiene una belleza y armonía que viene dada por la simplicidad de sus elementos y por un amplio ventanal que la llena de luz y la abre hacia el desierto y la Cordillera de los Andes.
Además del espacio interior, se ha previsto que cada habitación tenga una pequeña terraza o patio privado, en el cual la persona pueda estar contemplando la majestuosidad del desierto, de la cordillera, del paisaje circundante… Se proyecta como una ampliación hacia el exterior de ese espacio interior, como un salir al aire y al sol pero con algunos elementos que posibiliten ese estar.
Oratorio
El oratorio es el lugar de encuentro con Jesús en el sagrario. Su arquitectura y dimensión está concebida para el encuentro íntimo con Él. No es un espacio de grandes dimensiones, al contrario, su tamaño reducido y circular, abierto hacia el horizonte y la cordillera de los Andes, ayudará a la persona al recogimiento y a la oración que es, según Santa Teresa, “trato de amistad con Jesús”.
Orientado hacia la cordillera, al oriente, porque según la cosmovisión atacameña, de ahí nace la vida, el sol, el agua,…
Y circular porque quiere semejar ese pozo interior que cada persona lleva adentro y, sumergiéndose en él, uno se encuentra con que todos los pozos están alimentados por la misma agua, el Agua Viva.
El acceso al oratorio es una rampa en descenso que quiere simbolizar un itinerario de desprendimiento y de muerte a todo aquello que nos impide ser unos con Dios; y cuando se baja a las profundidades y se palpa la pobreza del ser es cuando, al mismo tiempo, se empieza a saborear el regalo de la resurrección. Es por ello también, que el oratorio se abre, a través de su ventana circular, al mundo, a la creación,… como signo de esa abertura a la vida nueva que germina en cada uno.
Dependencias comunes
TALLER CKAITCHI
Estar a solas consigo mismo y en silencio, vivenciando el momento presente, es germen de creatividad. De esto nació la idea de un taller en la Murtra Santa Maria del Silencio, para experimentar y desarrollar distintas técnicas artesanales que ayudara a lograr un equilibrio, una armonía, entre la actividad mental y el trabajo manual. Este laboratorio artesanal, se llama “Ckaitchi”, que en kunza significa “arco iris”, ya que busca facilitar a sus participantes una variedad de técnicas artesanales, como variados son los colores del arco iris. En él se elaboran objetos cerámicos, batiks, tejidos en telar y trabajos en madera.
Sentimos que a través del contacto con el barro, la lana, la madera,… nos conectamos con la raíz de nuestro ser, identificándonos con estas bellas palabras de Galeano: “En un mundo de plástico y ruido, quiero ser de barro y de silencio”. Moldeando, torneando, tejiendo, no solo creamos un nuevo objeto sino que vamos re-creando nuestra propia vida. El trabajo artesanal nos ayuda a practicar la paciencia y la resiliencia, nos ancla en lo concreto de la realidad y nos permite explorar las posibilidades que nos ofrece cada materialidad, haciendo de este itinerario un viaje fascinante.
Espacio exterior
El espacio exterior es lugar de encuentro con otros, es espacio abierto al soplo del Espíritu Santo.
Es sentir el viento –constante en esta zona- y el sol, el firmamento cuajado de estrellas y un horizonte que nos recuerda que somos seres infinitamente pequeños en la amplitud del universo y, al mismo tiempo, hijos bienamados de Dios.
2 Comentarios
Para mí ese lugar privilegiado, me inspira mucha paz. Tuve la fortuna de estar allí y se siente la presencia de Dios en medio de esa inmensidad donde las palabras sobran, el espíritu vuela y experimenta el agradecimiento por todo lo creado.
Felicito a todas las personas que han hecho posible este lugar tan hermoso para compartir la vida en soledad y en silencio, arropados siempre por Jesús Resucitado.
Un abrazo fuerte para todos los murtrantes y servidores de la Murtra, que el Señor los bendiga, Josefina
Gracias Josefina!!! Nuestro anhelo es que este espacio sea lugar de encuentro con uno mismo y con Dios en la soledad y el silencio. Soledad y silencio para iluminar y orientar la vida.