“… M’en vaig molt contenta de les estones de silenci que m’han permés deixar reposar en Déu, projectes, somnis, relacions i tot el que bull en el cor… Esta murtra es un lugar privilegiado para saborear la Vida en las “pequeñas” cosas y vosotros hacéis posible que así sea. Ahora es momento de regreso pero con el corazón sosegado y con la certeza de que Dios seguirá guiando cada uno de los pasos, de igual forma cuidará de este oasis en medio del desierto que tanto bien hace a tantos…” (M.M. febrero 2012)