“…este entorno invita a la soledad y al silencio, que tan a menudo no sabemos disfrutar en las grandes ciudades. La experiencia del desierto me ha hecho pensar mucho en la ultimidad de la que tanto hablamos en el V Encuentro… Agradezco a Dios la oportunidad y la vivencia de estos días…” (E.C. enero 2012)