Santa María del Silencio nos ha llenado de silencio estos días, de ese Silencio-Presencia que hace engendrar a Jesús en cada uno de los que hemos venido a hacer este retiro.
Para sorpresa y maravilla mía, lugar llamado también Murtra, ya que vengo del mismo lugar de la Casa Madre, allà en Barcelona-Badalona.
Aquí, en medio del desierto, a 2.500 metros de altura, rodeado de volcanes de 6.000 metros, me encuentro en casa por esa complicidad de nombres y de ambientes. Porque no solo en el nombre está la conexión con lo más hondo de mi alma, sino lo que aquí se ofrece, este Silencio regenerador y engendrador que conecta con la Fuente.
Gracias … custodiadores de este lugar, porque de lugares como éste necessita más que nunca nuestra humanidad doliente…
J.M. (sept. 2019)