Estar a solas consigo mismo y en silencio, vivenciando el momento presente, es germen de creatividad. De esto nació la idea de un taller en la Murtra Santa Maria del Silencio, para experimentar y desarrollar distintas técnicas artesanales que ayudara a lograr un equilibrio, una armonía, entre la actividad mental y el trabajo manual. Este laboratorio artesanal, se llama “Ckaitchi”, que en kunza significa “arco iris”, ya que busca facilitar a sus participantes una variedad de técnicas artesanales, como variados son los colores del arco iris. En él se elaboran objetos cerámicos, batiks, tejidos en telar y trabajos en madera.
Aquí los huéspedes y las personas interesadas del cercano pueblo de Chiu-Chiu están invitados a experimentar los beneficios del silencio, a través del cual se puede lograr una mejor percepción del mundo exterior así como de las emociones más íntimas de cada uno.
Actualmente el taller está enfocado, principalmente, a la elaboración de cerámica. Se trabaja la arcilla con diversas técnicas como torno, placas y vaciado. También se emplean técnicas más ancestrales, que caracterizan la alfarería atacameña ya desde la antigüedad, como la técnica de rollos y pellizco.
Una de las personas que trabajan habitualmente en este taller, comenta: “El trabajo manual también te exige pensar. Yo tengo que pensar antes de comenzar a trabajar cada pieza de greda, cómo la voy a hacer, cómo me la imagino… aunque a veces ni siquiera eso, voy amasando el barro y de a poco, según como se comporta el barro, ahí me imagino una u otra cosa. El barro, la materia prima, también te habla, te comunica algo, te inspira algo… se produce una interesante interacción con la materialidad.
Para mí lo más importante es disfrutar de lo que hago, crear. Los fracasos enseñan, sacas aprendizajes, todo es un proceso de experimentación”.