“Siento una profunda paz en este lugar. Una parada en el camino, el viaje por el norte. Fue una sorpresa muy grata encontrarme con tan maravilloso espacio en medio de este inmenso paisaje desértico y fértil.
Necesaria detención y anhelado silencio entre tanto estímulo e información que nos confunde.
Muchas gracias por la apertura, por la altura de miras, por la disposición y la integración.
En medio de todos los fanatismos de hoy que alejan en vez de convocar, éste es un lugar único y especial de acogida diversa y plural. Me siento cómoda y libre… Espero volver muy pronto. A dormir cuando el sol se esconde y despertar al amanecer. Claridad, luz y paz.” (M.I.)