Este árbol se encuentra cerca de la Murtra Santa María del Silencio, en el camino que lleva al cementerio. En su tronco, un letrero: “Necesito seguir viviendo. Dame agua”. El árbol ha crecido y se ha ido haciendo frondoso, señal de que efectivamente el letrero mueve los corazones de los que transitamos por su vera. ¿Cuántas personas sedientas de amor, de paz, de ternura, de respeto, de escucha, de comprensión, de acogida… nos encontramos en nuestro caminar por la vida? ¿Les damos el agua que necesitan para que su vida florezca y de fruto?
3 comentarios
Muy bueno.
Por lo breve además.
L@s felicito, juan miguel
!!! Dame Agua de beber que yo te daré agua de vida ¡¡¡…así dijo Jesucristo a la Samaritana en el Pozo de Agua de Vida !!!
Silencio y Soledad son valores de un inmenso poder Espiritual,que lleva al ser Humano a descubrir potencialidades indescriptibles,por personas que no lo han experimentado…
Ese es el Agua de Vida que necesita nuestra Alma para poder expresar su Universalidad…
En mi discernimiento, viendo las palabras de Jesús a la mujer samaritana,Dame Agua de beber que yo te daré agua de vida ¡¡¡…así dijo Jesucristo a la Samaritana en el Pozo de Agua de Vida !!!, he llegado a la siguiente conclusión:
1.- En las leyes de la naturaleza, muchos elementos bajo un proceso de transforman y ya no vuelven a ser los mismos,
La respuesta la encontramos en la ley de conservación de la masa, del padre de la ciencia química, el francés Antoine Lavoisier, que enunció en el siglo XVIII la famosa frase: “Nada se pierde, todo se transforma”.
2.-Pero hay un elemento vital para la vida…EL AGUA. La consumimos, la utilizamos, la desechamos, mil formas…al final, se evapora, nubes, bajas temperaturas…y tenemos nuevamente agua…y se renueva el ciclo. Este vital elemento siempre será el mismo en cantidad y volúmen..nunca se acabará…será eterna..
3.-Así, creo que Jesús dijo a la mujer samaritana…porque la vida que Él nos dará es vida eterna al igual que el agua…siempre será agua no una transformación en otra cosa..sino en su ciclo, vuelve y siempre está, así como nosotros, regresaremos para seguir en vida eterna.