Author: Murtra Santa María del Silencio

» Silencio. No hay como redactarlo. No hay como describirlo. No hay con qué compararlo. No hay con qué expresarlo. Hay como percibirlo. Hay como sentirlo. Como experimentarlo. Como estando, como siendo. Darnos el tiempo. Darnos la paciencia. Regalarnos el presente. Darnos el autocuidado de querernos, de respetarnos. De ser propios y auténticos. Creativos en nuestra vida. De la satisfacción de existir, de respirar. Escuchar las voces de la vida, de tan grande sabia maestra. Ella nos cuida, nos ofrece, nos entrega amor. Puro amor. ¿Lo sientes? Que sea un sí verdadero, sentido. Cuántas personas somos en el mundo, que…

«Je rend grâce a Dieu d’avoir en le privilege d’etre dans cet endroit et d’avoir pu faire un arrêt qui ma permit de revenir, à essentiel, à plus d’interiorité, à ce qui es important dans ma vie, revenir a la source qui est Dieu le Père…»

«… no te imaginas lo que ha sido este lugar para mí, ha sido el lugar en donde, luego de años de búsqueda y vueltas por ahí, vine a descubrir que Jesús es mi amigo… Jesús se iba a rezar al desierto y en cuerpo sacramentado ha querido quedarse aquí para quienes, como él, quieran y necesiten soledad y silencio…»

«Hemos podido ‘conversar en silencio’ con el Señor, alabarlo, agradecerle y ofrecerle nuestras vidas como instrumentos suyos. La Murtra es un espacio ‘de cielo’, en donde se ‘siente’ la presencia de Dios, como lo hacían nuestros primeros padres en el Paraíso. Llamar a este espacio de ‘soledad y silencio’ es como un contrasentido porque en él no se encuentra la soledad sino la compañía siempre presente del Señor,  y de silencio no se tiene ya que se escucha con claridad su voz. Gracias por tanto bien».