
“Gracias por seis días maravillosos. Hace un par de meses, en Santiago, me sentí muy agobiada. Recuerdo haber pensado: ‘ni todo un desierto alcanza para la soledad que deseo hallar. Quiero estar sola y tener espacio’. Bueno, ¡deseo cumplido! Hoy agradecí que ese deseo se hiciera realidad. Y celebré el estar viva y vibrando con el desierto… Me he sentido libre, parte del entorno. Gracias al viento, al silencio y a la naturaleza tan sanadora. Gracias a las estrellas por deslumbrarme...