
Anela es el personaje que saca las mesas para los desayunos cada día, a pesar que no hay café, ni pan, ni huevos, ni turistas en su pensión a los pies del Trebevic durante la guerra de los Balcanes. La describe Margaret Mazzantini en el libro La palabra más hermosa con una perseverancia indestructible. La guerra y los ladrones han vaciado y destrozado todo lo que tenía y ella ha recogido los pedazos de las tazas, los ha unido y todas las mañanas las coloca en las mesas desnudas:...