
Hemos de vivir un cierto «Abelismo», de Abel. Abel es un símbolo del hombre ecológico: natural, agricultor, … Por el contrario, Caín es el industrial, el que fuerza la naturaleza, no la respeta, persigue a su hermano y todo lo suyo… Es importante este «Abelismo» en momentos en que la humanidad, por el modo en que se ha desarrollado la industria y la técnica, sus criterios, ideologías y soberbia, están a punto de hacer fenecer a la propia humanidad. Nunca como ahora ha habido...